Entre balas y alas

JOSÉ VARGAS VIDOT

SALUBRISTA Y FUNDADOR DE INICIATIVA COMUNITARIA

Camino en la incertidumbre que se produce ante un nuevo amanecer de un país en guerra. Las fronteras del enemigo no las determinan filosas espículas de alambre o banderas de múltiples colores que separan a las naciones en conflicto.

Las fronteras se establecen en el corazón de un pueblo polarizado y seducido por la arrogante idea de que un lado tiene la absoluta razón y el otro está absolutamente equivocado. Caminamos por un campo minado de desconfianza, trabajado sistemáticamente para que las tinieblas madruguen los esfuerzos luminosos de la luz y encontramos los síntomas terminales de una sociedad que disfruta, hasta cierto punto, la desacreditación del vecino.

El "hard news" se antepone a la reflexión libre y no alineada y un nuevo notición anda en el camerino, esperando hacer su entrada al teatro de lo absurdo con el propósito de mantener cautiva una audiencia que ya no es fácil de impresionar con el mero fluir de la vida.

Una gran amiga, con gesto desencajado, me cuenta que la asaltaron por segunda vez en menos de un mes. Primero un "carjacking" y luego en el "biuti", dos veces he visto una pistola. Me relata que sólo las había visto en imágenes lejanas de televisión, que dos veces su espíritu salió de su cuerpo ante la posibilidad real de que un mozalbete de cuerpo enorme y de alma pequeña, le arrancara su vida.

Dos voleibolistas y una joven profesional pierden la vida en esta guerra y llenan de consternación pasajera el corazón colectivo habituado a la violencia que ha nacido de la nueva escuela de la intolerancia. El enemigo que paradójicamente está afuera acechando, es hermano del que está adentro inmovilizando, y mientras, el "box score" se alimenta de nuevas cifras, el hijo de cualquier vecino muere baleado por la ignorancia, la hija querida de alguien pierde la vida en las manos del macho, los sueños se pierden en la violencia de un don nadie y nuestra pena dura tres páginas del periódico porque la cuarta nos permite echarle la culpa a alguien o planificar nuestra próxima tregua...

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