Como un balde de agua fría

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

A partir del 1 de julio, miles de inquilinos de residenciales públicos que reciben ayuda federal para pagar las cuentas de agua y luz no tendrán la libertad de disponer de ese dinero como quieran, pues se implantarán medidas para obligarlos a usarlo para pagar los servicios básicos.

"A la verdad que eso está cab...", soltó sin reparos Juan Luis "Papo" Figueroa, del residencial bayamonés Rafael "Falín" Torrech. "¿Cómo van a hacer eso? Estoy desempleado. A mí no me da para nada, vivo de lo que da el Gobierno", continuó Figueroa, quien trabaja en construcción, pero afirma que "ya no encuentras ni chivos. No hay construcciones, los contratistas están quebrando".

Zoraida Rivera, otra vecina de toda su vida del residencial bayamonés que también se beneficia de la ayuda, tampoco vio con buenos ojos que se les controle ese fondo, aunque aseguró que de cualquier forma ella lo usa para pagar agua y luz.

"No estoy de acuerdo. Es de lo poco que recibo. No tengo otros ingresos", dijo Rivera, quien está desempleada hace unos dos años y, recientemente, asistió a la feria de empleo convocada por el Centro Médico que reunió a miles de desempleados.

Para Carmen Ferrer, madre de seis menores, ese nuevo control supone problemas adicionales a la difícil situación económica que ya padece.

"No lo pueden quitar. Los cupones ya los bajaron", dijo Ferrer preocupada. "Uno tiene que sobrevivir. Soy madre con seis muchachos. Y no hay empleo. Y créeme, yo me he movido. Yo he estudiado y he trabajado, y el Gobierno tiene evidencia de eso. Yo no soy una madre recostada".

Ferrer aseguró que actualmente vive de los cupones y también recibe esta ayuda federal adicional para el pago de los servicios básicos. El padre de sus hijos murió y ella no recibe Seguro Social.

"Uso el dinero para pagar la luz. Pero a veces la tengo que usar para comprar arroz. Con seis muchachos no es fácil", insistió la mujer, asegurando que, a pesar de las dificultades, ninguno de sus hijos "está en la calle. Todos están estudiando".

El dinero que reciben de esta ayuda federal no les alcanza a ninguno de los entrevistados para pagar al menos uno de los servicios.

Rivera, por ejemplo, recibe $22 de la llamada renta negativa, y otros $38 de asistencia nutricional, pero su factura de luz es de $50, y la de agua de $30. La familia de...

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