Baños inservibles, polillas y aires que no funcionan

A un día del inicio de clases, una maestra colocaba papel en la pared de su salón para intentar controlar la plaga de polillas en la escuela elemental Santiago Iglesias Pantín, en San Juan.Parte de los salones cuentan con unidades de acondicionadores de aire instaladas, pero no pueden ser encendidas por problemas con la subestación eléctrica. El techo de la cancha está tan roto y retorcido como lo dejó el huracán María hace casi seis años.La frustración entre el personal es evidente por tener que recibir a sus estudiantes con los mismos problemas, o quizás más, que los que dejaron al terminar el pasado año escolar. Ese fue el sentir que recogieron miembros de la Asociación de Maestros tras un recorrido por las instalaciones."La prioridad es la subestación eléctrica, no pueden conectarse los equipos en esa escuela. El mantenimiento (a la conexión eléctrica) ha sido deplorable", expresó el presidente de la organización magisterial, Víctor Bonilla Sánchez.A un ala de la escuela elemental, ubicada en el Embalse San José, le llaman "la caldera" debido a lo calurosos que son sus salones, relató una maestra de Educación Especial que solicitó que no se publicara su nombre. La maestra de kínder, Griselle Santiago, tiene que cargar agua en baldes y vertirlos por los inodoros para lograr que bajen, ya que la presión no es lo suficientemente fuerte en los baños de su salón."No se puede prender nada. Los compañeros decimos que, si no hay para pintar la escuela, que no la pinten, pero lo más importante es el aire acondicionado... Son cosas que costaron caras, que sabemos que es equipo caro, y queremos conservarlo, pero no podemos usarlo", expresó la docente de Educación Especial a El Nuevo Día, al enfatizar que el director escolar ha hecho gestiones a nivel administrativo para resolver los problemas.Justo al lado de la Santiago Iglesias Pantín, está la escuela en desuso José N. Gándara, que ahora alberga caballos en lo que alguna vez fueron salones. Las moscas y el olor a excremento atormentan a los maestros que ocupan las aulas más cercanas al plantel cerrado, que no pueden cerrar por completo las ventanas, mucho menos cuando lleguen los estudiantes en días en que se han emitido avisos por calor excesivo en la isla."Son muchas situaciones en esa escuela que no se han atendido. Tienen una cisterna que no sirve y es un criadero de mosquitos. Son cosas que se tienen que atender, y no se ve ese movimiento", apuntó Bonilla Sánchez. "El director concurrió con...

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