¡Qué barbaridad, Hatillo del corazón!

Lynda Ferrer

Hatillo

Esta celebración era la más hermosa y entretenida cuando se seguían las leyes e imperaba el respeto y orden. Se preparaban las carrozas y autos en los hogares sin ruidos escandalosos. Solo el día antes del festival del Día de los Inocentes se escuchaba un poco de ruido y el Día de las Máscaras.

Lamentablemente, hace años que esta celebración ha roto la barrera del ruido semanas antes de la celebración y, en especial, en los hogares donde se preparan las carrozas y los jeeps. No permiten que los vecinos duerman ni un segundo. Las sirenas altas, los motores, los explosivos de alto volumen y la música suena hasta las dos, tres y cuatro de la madrugada.

Entiendo que se cometen varias violaciones a las leyes de Puerto Rico y, por esta razón, varios ciudadanos contactamos la Policía estatal de Hatillo indicándoles el lugar exacto del hogar que afecta con su alboroto excesivo a todos los hogares.

Las respuestas siempre son las mismas: "esto está pasando en todo Hatillo", "tenemos una patrulla que tiene una situación al momento", "se le comunicaré al supervisor".

No se ve respuesta alguna al orden en los hogares que tienen desorden. Inclusive me comunicaron que a la familia de uno de esos hogares que afectan toda la comunidad, un ciudadano...

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