Basta ya dicen los alcaldes

Por Yaritza Santiago Caraballo

ysantiago1@elnuevodia.com

El reclamo surgió espontáneamente en una mesa redonda que celebró ayer El Nuevo Día, en la que participaron cuatro alcaldes del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP) y seis del minoritario Partido Popular Democrático (PPD).

La ocasión sirvió para que, dejando a un lado el mal sabor del partidismo, estos funcionarios expusieran cómo se afectan las arcas y los servicios municipales con una de las leyes que recién firmó el gobernador Luis Fortuño con la meta de aliviar el bolsillo del abonado de la AEE.

El nuevo estatuto enmienda la Ley 83, "a los fines de excluir del cálculo para determinar la cuantía de la aportación en lugar de contribuciones todo aquel edificio, propiedad de cualquier municipio, por el cual este reciba algún tipo de renta o paga por entrada".

Aquí se incluyen, según la ley, los restaurantes, bares, tiendas, estacionamientos por lo que se cobra el derecho de admisión y requieran iluminación nocturna, concesionarios y otros establecimientos con fines de lucro dentro de coliseos y parques.

El alcalde de Guaynabo, Héctor O'Neill, alertó que el objetivo de esta ley, más que ayudar al país, perjudica a los municipios y sus ciudadanos ya que sólo se ahorrarían entre $ 9 millones y $ 10 millones. Ello se traduciría en una baja de $ 1 en la factura mensual del abonado.

Según los alcaldes, hay muchas medidas que se pueden tomar para lograr ahorros energéticos. Una de ellas es privatizar la AEE.

La bomba la soltó el alcalde popular de San Germán, Isidro Negrón, al destacar que así se acabaría con el monopolio de la corporación pública en la generación y venta de energía eléctrica que, según el funcionario, ahogan el bolsillo puertorriqueño.

"Vamos a decir que vamos a privatizar la Autoridad de Energía Eléctrica y que el privatizador nos pague lo que nos corresponde", dijo, refiriéndose a que la AEE no paga a los municipios arbitrios por construcción de instalaciones ni patentes.

Ni corto ni perezoso lo secundó O'Neill, el poderoso alcalde novoprogresista de Guaynabo.

"¡Eso es lo único importante que se ha dicho aquí. Estoy de acuerdo con privatizar la Autoridad!", exclamó O'Neill, quien momentos antes había sostenido un careo con Negrón por un comentario "politiquero" contra Fortuño que el sangermeño tiró a la mesa. Esto, porque Negrón calificó la nueva ley como un nuevo impuesto.

La exclamación de O'Neill de que se privatice la AEE recibió un coro de endosos de homólogos...

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