La belleza y el retiro

por alejandro carpio

Algunas soledades se relacionan con el acto creador, como en el primer cuento y el octavo, titulado precisamente "Soledad perfecta". El primero, de claras resonancias borgesianas ("El Aleph", pero sobre todo "Las ruinas circulares") pacta con la idea de un demiurgo científico que, al igual que los autores, se maravilla ante su obra, que desconoce a la larga. En el octavo, la solitaria es una niña prodigio (versión corta, pacífica, estilizada de Odd John, de Olaf Stapledon). Quizás el costurero del segundo cuento, "El sastre", pueda hacerles compañía a los protagonistas estos dos cuentos.

Becerra se sirve de texturas de ropa para describir sonidos y viceversa. No se trata del único mérito de "El regalo", cuento que acoplaríamos con "El sastre" en su tono cotidiano y ternura melancólica, delicada. En "La reconciliación", la soledad explorada equivale a aquellas que atañen la enfermedad (Alzheimer) o la soltería...

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