Los beneficios de trabajar para otros

Alguien me escribió recientemente con la siguiente pregunta: ¿Un estudiante emprendedor en la universidad debería empezar un negocio justo después de que termine su educación, o debería adquirir primero alguna experiencia laboral?

Esta es una pregunta que recibo con mucha frecuencia de parte de estudiantes que están tratando de decidir cómo deberían abordar sus carreras; después solamente, quizá, de los aspirantes a emprendedores que se preguntan si deberían seguir una educación superior o no.

Como probablemente saben, yo dejé la escuela en la adolescencia para seguir mis aspiraciones empresariales, y mi consejo para la gente a menudo es: si tienes una gran idea que puede marcar una diferencia en el mundo, deberías saltar directamente a los negocios.

Dicho esto, ¡puedo entender que este enfoque no sea para todos!

Cuando yo estaba empezando, preferí aprender en el trabajo. Pero para otros emprendedores incipientes, podría tener más sentido trabajar para alguien más antes de iniciar un negocio. Hay muchos beneficios que pueden lograrse con este enfoque.

Mi amiga Sara Blakely es un gran ejemplo de una emprendedora que se benefició trabajando para otras empresas antes de lanzar su propio negocio, Spanx. Tras graduarse de la Universidad Estatal de Florida con un título en comunicaciones, aceptó un empleo en Walt Disney World, donde trabajó durante tres meses. Su siguiente paso fue vender máquinas de fax de puerta en puerta para una empresa de suministros de oficina. No era un trabajo fácil, y enfrentó el rechazo casi diariamente. La gente le colgaba al teléfono, o incluso rompían su tarjeta de visita enfrente de ella.

Muchas personas se habrían desalentado y considerado renunciar al empleo, pero Sara considera ese periodo como una gran oportunidad de aprendizaje para cuando eventualmente lanzó su negocio: una compañía de ropa que empezó después de que tuvo la idea de cortarle los pies a unas pantimedias cuando no pudo encontrar ropa interior adecuada para un atuendo.

Fue finalista en mi programa televisivo de emprendimiento, “The Rebel Billonaire”, en 2005, y en 2012 se convirtió en la mujer multimillonaria hecha por su propio esfuerzo más joven en Estados Unidos. Sin ese periodo que pasó trabajando para otros, el negocio de Sara no sería lo que es hoy: una empresa multimillonaria y una marca conocida. Su caso demuestra que hay muchas lecciones que aprender siendo empleado antes de dirigir un negocio.

He aquí algunas de ellas:

l Aprender cómo...

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