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Bike Stop: 35 años en el arte de vender bicicletas

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Vincent

"A lo mejor no va a ser el mejor negocio, pero me lo voy a disfrutar".Con esas palabras, el empresario David Torrellas compró la idea de su esposa, Adriana Barbeito, de abrir un negocio de venta de bicicletas en Puerto Rico. Corría el 1988, y la fiebre de las "mountain bike" se apoderaba de la Isla del Encanto.Torrellas, quien tenía experiencia en la industria de alimentos, quería abrir una cafetería, pero la inversión inicial era onerosa, reconoció.Vender bicicletas tampoco era un camino fácil, pues la competencia era fuerte, pero el hombre no se quitó.En entrevista con El Nuevo Día, 35 años después de la apertura de Bike Stop, Torrellas aseguró que su decisión valió la pena."La competencia tenía todas las marcas de bicicletas tomadas, pero nosotros nos mantuvimos bastante firmes con el negocio. Los primeros años dependimos de los ingresos de mi esposa en una agencia de publicidad", contó.Pasaron unos dos años para que el negocio ganara tracción. Según Torrellas, el cierre de otras tiendas fue la oportunidad ideal para adquirir nuevas marcas y trazar un camino de crecimiento.En 1992, por ejemplo, comenzó a vender la línea de bicicletas Specialized, considerada una de las más grandes del mundo. El éxito fue tal que en 1996 se convirtió en el distribuidor exclusivo de la compañía en Puerto Rico, rol que sigue ostentando.Según Torrellas, Bike Stop es el "distribuidor más antiguo de la marca en el mundo". En Puerto Rico, un total de 18 concesionarios cuentan con bicicletas Specialized.¿Cuáles han sido las claves para mantener una relación tan duradera con el manufacturero? Preguntó este diario."Atender todas las exigencias que tiene la marca, que son muchas, tienes que mantenerte con crecimiento, pero de la misma manera, la marca te ayuda a mantener ese crecimiento, con el mercadeo y movimiento de inventario. Se preocupan porque tengamos el inventario adecuado y están bien pendientes de eso", contestó el empresario de 60 años.Por más de tres décadas, Bike Stop solo ha vendido productos Specialized en sus tiendas localizadas en San Juan y Caguas, aunque vende accesorios de otras marcas.También, brinda servicio a los clientes en su taller localizado en la avenida Andalucía de la capital. Entre las dos tiendas, el negocio emplea unas 18 personas."Actualmente, somos la marca número uno en Puerto Rico a nivel de distribución", reclamó.La pandemia cambió todoTorrellas aseguró que entre 1988 y 2023 hubo periodos de altas y bajas, pero consideró que...

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