Un estado bipolar

ABRAHAM LINKEWER

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO PUERTO RICO-ISRAEL

Sin quema de vehículos en las calles, sin cristales rotos en las tiendas, sin policías ni militares cuestionando sus derechos a no estar de acuerdo. Pareciera que hay para ellos asuntos más importantes, pero que los atenderán a su tiempo, según dicen.

Y así lo han hecho en el pasado, dejando sus oficinas los profesionales, dejando sus clínicas los médicos para ponerse los trajes de fatiga, fusil al hombro para defender a su amado país. El teniente deja su posición de empleado para dar instrucciones al soldado que bien pudiera ser el presidente de la multinacional donde trabaja.

Israel ya no es un país como el de su creación. En la etapa post-idealista, este Israel pragmático, vibrante, tiene problemas similares a los de otros países desarrollados: alto costo de vida y polarización entre las clases sociales, entre otros.

Los líderes de la independencia construyeron para las nuevas generaciones una sociedad con valor agregado: con justicia y dignidad social, con protección y seguridad en la salud y en la educación.

Las nuevas generaciones de la economía globalizada heredaron ese país y prometieron defenderlo con sus vidas y las de sus hijos y sus nietos. El capitalismo agresivo trajo progreso y empleos, pero también cambios sociales que el actual gobierno israelí deberá atender con brevedad.

Dentro de pocas semanas, la Autoridad Palestina someterá a votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas el pedido de reconocimiento de un estado palestino. De un estado imaginario que no cumple con los estatutos de las Naciones Unidas para ingresar como miembro.

Gaza, comandada por Hamas, una organización terrorista, tiene un gobierno teocrático por encomienda de Irán, que promete la destrucción de su vecino, Israel, al que llaman territorio "ocupado".

Fatah, en Cisjordania tiene sus propios problemas que Abbas trata de manejar, en contra de la opinión de sus odiados hermanos en Gaza, que siguen con un gobierno paralelo, con su propia estructura y su propio...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR