Blanco y negro, fiero y tierno
Por Ana Teresa Toro
ana.toro@elnuevodia.com
Esa es la percepción que queda cuando se le escucha conversar del piano y de su relación con Puerto Rico, adonde llegó en el 2008 para estudiar un bachillerato en Jazz y Música Caribeña en el Conservatorio de Música de Puerto Rico. Previo a eso, la joven pianista de 25 años nacida en Chicago fruto de una familia italoamericana, estudiaba música desde el 2005 en Columbia College en dicha ciudad. A esa institución viajó un grupo de profesores del Conservatorio a ofrecer una serie de talleres y fue allí donde Micelli escuchó por primera vez al profesor Luis Marín.
"Cuando escuché eso y sentí esa energía, supe que eso era lo que quería", cuenta Micelli quien se graduó del Conservatorio en el 2011 y se ha quedado en el país tanto por su interés en la música de la región como por su deseo de grabar aquí su primera producción discográfica.
Para ello, realiza actualmente una serie de conciertos y mantiene abierta una página en la página web Kickstarter, una plataforma a través de la cual artistas de diversas disciplinas presentan sus proyectos, se fijan una meta económica concreta y buscan auspiciadores para lograr crear ya sea un cortometraje, una exhibición de arte, una obra teatral o, como en este caso, la grabación de un disco. De no llegarse a la meta trazada, el servicio electrónico devuelve a los auspiciadores su aportación.
El disco se titulará "La gran dictadora" y nos hizo prometer no revelar el porqué pues quiere sorprender al público. Solo nos atrevemos a decir que merece la pena la sorpresa.
En la familia siempre hubo un piano. Era la diversión después de la cena y desde pequeña aprendió a tocarlo de oído.
"Yo pensaba que eso era algo que todo el mundo sabía tocar, hasta que le pedí a mi mamá que tocara conmigo y ella me dijo: 'Tú eres la única pianista en la casa' ", recuerda acerca del momento en que cobró conciencia de que el lenguaje del piano era algo que se aprendía.
Su gemela también mostraba inclinación por la música y desde pequeña se enfocó en la batería. Así creció, componiendo canciones junto a su hermana y descubriendo la música latina gracias a un disco de Tito Puente que le regaló su abuelo.
"Me fascinaban los montunos que estaba escuchando pero no sabía cómo sacar ese sonido. Siempre he pensando el piano como percusión también", explica. "Si no fuera pianista, sería conguera", admite.
En el Conservatorio pidió aprender los montunos y la respuesta no fue la que esperaba. "Me...
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