Blower para el pelo y para el alma

CARMEN GRACIELA DÍAZ . carmen.diaz@gfrmedia.com

Fotos por Wanda Liz Vega . WANDALIZ.VEGA@GFRMEDIA.COM

Es viernes en Santa Rita, en esa parte de la ciudad universitaria con identidad de estudiantes y pueblo, donde este salón lleva casi diez años desde que la dominicana Julia Decena, "Tere", se mudó de otro con la experiencia labrada en una carrera que empezó a los 13 años.

Es sábado, al filo del mediodía. El beauty está tranquilo. Hasta el menos leído sabe que este es uno de los días de mayor faena, que entrar a uno de estos negocios es sentir el olor a químicos, champús y la estela de humo del blower que sube y baja al compás del cepillo redondo.

Contemplo potes, afiches algo vintage, esmaltes, una veintena de cepillos, planchas de pelo, revistas en cada estación y sprays, entre otros productos. Sospecho que es un momento de tregua, que en breve iniciará el fuego del trabajo.

Pero mientras se abre, Liliana González le hace una pedicura a su compañera de trabajo Keisy Cruz, mejor conocida como Beba. "Cierra la puerta, por favor, no vaya y nos lleven a nosotras", pide Beba en cuanto entra la fotoperiodista y el aire cobra el color del polvillo blanco que expide la lija que Liliana le pasa en los pies a Beba para remover las células muertas.

Tienen la vitalidad de sus menos treinta, pero miradas de experiencia. Son un equipo que armoniza en sus diferencias. Liliana, de 26, usa capa de trabajo y Beba, con su coquetería y sus 22, no le gusta esconder su ropa, la pulsera en su pie derecho ni el dubi bajo un gorro similar a una redecilla. "Ella siempre está en dubi porque es bien fashion, yo no", dice Liliana atenta al gancho de la puerta.

No es que hayan enfrentado un incidente, aseguran, pero prefieren controlar la puerta que le da admisión a mujeres, casi todas clientas de años, y algún hombre como el que en un rato les traerá el almuerzo.

El teléfono suena a las 12:30 p.m. y Beba escucha. "Si quieres, mi amor, vente ahora que estoy sola", responde.

La tranquilidad muta y ambas cruzan el negocio donde se ofrecen servicios como cortes, tintes, uñas y alisado.

Se acercan clientas y recogen toallas. Liliana mueve artículos del counter. Beba mapea descalza exhibiendo sus uñas perfectamente rojas. Organizan las gavetas de rolos de distintos tamaños para que, como muñecas rusas, los más gruesos alberguen los pequeños.

Llega la primera clienta. Es la 1:00 p.m., y de allí no se irá hasta horas después. ¿Qué hace que tantas decidan pasar la tarde u...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR