Un 'bochorno' que exige acción

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

El aspecto judicial ha sido el único que ha trascendido tras las acusaciones, pero aún resta el aspecto administrativo, que le compete a O'Neill como jefe de la mayoría de los implicados.

Ayer el veterano alcalde tampoco estuvo disponible para entrevista. Desde que se produjeron las acusaciones, que incluyeron a una ayudante del alcalde y al comisionado de seguridad, O'Neill no ha aparecido en público.

"Esto es uno de los episodios más bochornosos en la historia electoral de Puerto Rico. Esta es la primera redada electoral que se realiza en el país. En este momento está cuestionada la primaria que produjo un candidato que hoy está sentado en la Cámara", dijo el analista político, Néstor Duprey.

"Aquí hay una doble dimensión. Está la dimensión jurídica y la administrativa. Aquí el alcalde se negó a investigar, a decretar sanciones contra los implicados. La pregunta es qué va a hacer. Administrativamente y políticamente aquí hubo unas mentes que fraguaron este esquema", agregó.

Lo mínimo que podría hacer O'Neill, a juicio del también analista político, Carlos Díaz Olivo, es separar de su puesto a los implicados siempre y cuando se trate de puestos de confianza.

"Los suspendes de trabajo en lo que el juicio se ve. En el caso de los policías municipales es mucho más difícil, porque no son de confianza. Probablemente lo que puede hacer es suspenderlos dejándoles el sueldo", opinó.

Dijo que de inmediato el arresto de personas tan cercanas a O'Neill y de alto rango en la Policía municipal de Guaynabo...

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