Boricuas testigos del lío que se armó en Copacabana

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Y en el centro de prensa habilitado en el Fuerte Copacabana con motivo de los eventos, la adrenalina invadía también a los 80 jóvenes de todo el mundo que laboran allí como voluntarios, incluido el puertorriqueño Josantonio del Valle. El maestro de ciencias de 24 años se convirtió en misionero tras haber participado como peregrino en la jornada anterior, celebrada en Madrid, España, en el 2011, y viajó a República Dominicana y a Honduras a ayudar a comunidades en necesidad, antes de registrarse como voluntario para esta jornada.

"Ya se siente la venida del papa acá en el 'media center' en el Fuerte de Copacabana. Voluntarios de comunicación de diferentes países se preparan para ver al papa. La unidad de todo un mundo se refleja", escribió del Valle a El Nuevo Día a través de Facebook en la mañana. Compartió una foto en la que portaba la monoestrellada, mientras sus compañeros exhibían las banderas de sus respectivos países. Todas desfilaron ante el Pontífice en la noche.

A eso de las 2:00 p.m. hora de Brasil (1:00 p.m. en Puerto Rico), la presencia de personas en la playa Copacabana se estimaba en un millón, según del Valle. La brisa, el oleaje y el frío azotaban fuerte, pero imperaba la emoción.

"Hay boricuas de la delegación de la Diócesis de Caguas y de la de Arecibo por ahora. Aquí se ve mucha preparación, la seguridad aumentó. Los periodistas y reporteros están saliendo a sus puestos. Otra cosa es que está lloviendo y como es invierno la temperatura es de 16°C (60.8°F). Aun así el papa continúa con su agenda normal. Eso parece no importarle", detalló uno de cuatro voluntarios boricuas en la...

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