Bravas las aguas para la pesca en Puerto Rico

Por Andrea Martínez

amartinez@elnuevodia.com

Con esa aseveración, Julián Viera, presidente de Pescadores Unidos de Punta Santiago (PUPS) en Humacao, dramatizó las difíciles condiciones de trabajo que enfrentan los trabajadores del mar y que no motivan a los jóvenes a seguir sus pasos.

Pescadores entrevistados por El Nuevo Día aseguraron que la burocracia gubernamental, el costo de su faena y los "abusos" cometidos por algunos agentes de la ley los están asfixiando.

Rafael Pitre, de la Asociación de Pescadores de Jarealito en Arecibo, explicó que un pescador comercial tiene que tener licencia de pescador y permisos especiales separados para poder pescar cada especie, ya sea carrucho, langosta, juey o ceti, entre otros. Si pesca en aguas federales, se requiere otra licencia.

Según el vicepresidente de PUPS, Héctor J. Acosta, quien hace 20 años es pescador, la burocracia ha llegado a un punto tal que le han impedido ganarse la vida. Explicó que este año para renovar su licencia le pidieron una declaración jurada y copia de cuatro planillas de contribución sobre ingresos, ponchadas en todas sus páginas.

Acosta aseguró que los documentos no estuvieron a tiempo y, aun con el comprobante de que sometió su solitud de renovación y la carta en que solicita los nuevos documentos, no le permiten pescar. Además, tiene que registrarse como comerciante para fines del Impuesto de Venta y Uso (IVU).

Por otra parte, Pitre calificó de "inhumanas" las multas impuestas a estos trabajadores y dio el ejemplo de un pescador al que se le impuso una multa de $ 4,200, o sea $ 100 por...

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