¡Breguen: todos somos abstractos!

Por Lilliana Ramos Collado

Especial El Nuevo Día

Algo se queda siempre fuera de la imagen creada. De hecho, una obra de arte no tiene la misión de ser prolija, perfecta en su total captura del todo. Al contrario: existe para darnos la impresión de ser cabal y completa en lo que pretende plantear. Hablemos, pues, de una totalidad "negociada".

No hay forma de escapar del gesto abstracto. Sí podemos hablar de grados de abstracción: desde la abstracción no tan evidente en el hermosísimo fresco de Rafael titulado La escuela de Atenas (1512) en una de las stanze del Vaticano; hasta el famoso cuadro Blanco sobre blanco (1918), del extraordinario artista conceptual-abstracto Kazimir Malevich. La abstracción siempre nos ha ayudado a puntualizar: es la base del drama de lo pertinente. Cuando hablamos de "énfasis", entramos de lleno en la abstracción.

Por eso me encanta el tour de force de María Lind, la sagaz antóloga de un tomo hermoso titulado Abstraction. No sólo reúne en sus páginas una cincuentena de críticos, teóricos y artistas que nos hablan sobre la abstracción, sino que cada uno de los artículos ha sido abstraído de un artículo mayor. En decir, este tomo contiene abstracts o fragmentos de textos dedicados a la abstracción. Hermosa redundancia.

La premisa de Lind: la abstracción captura nuestro interés por su capacidad de "auto-reflexividad", por referirse al propio proceso de pensar, de hacer y de transmitir el gesto artístico. No hay abstracciones inocentes: cada gesto abstracto implica que hemos realizado la tarea intencional de seleccionar aquello que nos parece representativo de un todo, o que, incluso, desatiende deliberadamente el todo para enfocarse en los énfasis. Para algunos críticos, la abstracción nos propone un espacio de retiro para la reflexión "que se resiste a la narratividad y a la contaminación que operan los legados de las guerras y del totalitarismo, de la emergente cultura industrial del capitalismo tardío".

Sin duda, algo tan abstracto como la abstracción tenderá a contener contradicciones, desgarraduras y duras polémicas (por cuestión de sus énfasis, como ya dije), pero sobre todo abre la puerta a la coexistencia de lo...

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