En busca del arte robado
Por Tatiana Pérez Rivera . tperez@elnuevodia.com
"Ahí está el primer problema, ¿qué voy a reclamar sin foto?", cuestiona la licenciada Frances Santiago Cruz, especialista en derecho de arte.
Diciembre del 2010 dirigió la atención local al robo de arte. Hurtaron dos obras de José Campeche -la Virgen de Belén y la Virgen del Carmen- de una sala de la Galería Nacional, situada en el Convento de los Dominicos, en el Viejo San Juan y el bastón del prócer Ramón Emeterio Betances, del Museo de las Américas en la misma zona.
Pero quince años de labor le confirman a Santiago que la tendencia se inclina por el robo de arte en "propiedades comerciales, no tanto en las casas".
"Casi todos los robos son en talleres de arte o en oficinas", indica la abogada y, como ejemplo, trae los escalamientos en los espacios de trabajo de los artistas Osiris Delgado y Antonio Martorell, "los médicos tienen las piezas en sus oficinas y los seguros en sus casas".
El representante de artistas Walter Otero opina que "en Puerto Rico (los ladrones) tienen un encargo".
"Y el comprador aquí no compra arte robado. Cuando vendes un cuadro en reventa, aquí te piden la trayectoria de esa obra y las casas subastadoras también te piden información", cuenta Otero.
Con sede en Washington, el Art Crime Team del Federal Bureau Investigation (FBI) estima en seis millones de dólares las pérdidas anuales en Estados Unidos relacionadas a escalamientos en materia de arte. Sólo cuentan con trece agentes, según su página electrónica, para investigarlos en territorio americano.
"Esta es la primera vez que toco un caso como ese desde el 1972", dice Yudex Jones, agente especial de la Interpol en Puerto Rico, "fue una Virgen de Belén que se llevaron del Viejo San Juan. Hace poco actualicé los datos y los envié a Washington. Nunca ha aparecido".
Jones, junto a la agente Susana Miranda, aportaron realizando la "noticia blanca" (un alerta destinado a estos casos) a la pesquisa que lleva la División de Propiedad y Fraude del Centro de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan, luego que las piezas de Campeche fueran hurtadas de la Galería Nacional. Los implicados en la investigación no comentaron sobre el caso que aún trabajan.
Tomemos como ejemplo dicho caso para revisar cómo se investiga el hurto de arte.
Tan pronto se descubre el robo, debe acudir un agente de la División de Propiedad y Fraude del CIC de la región donde éste tenga lugar. En San Juan, la agente Vanessa Feliciano recoge datos...
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