En busca de otra vida

por José A. Delgado

Jdelgado@elnuevodia.com

"No vi esperanza en Puerto Rico", dijo Hernández, al indicar que en los últimos tres años el negocio de construcción de su familia -que todavía intenta recuperarse de los tiempos borrascosos recientes que han provocado la quiebra de cerca de 150 empresas vinculadas a la industria de la construcción- dejó de ser suficiente para todos.

En pleno invierno, hace dos meses, se mudó a la fría ciudad de Portsmouth, en el estado Maine, donde ahora trabaja para la "Naval Facilities Engineering Command", como empleado civil del Pentágono.

Allí el salario de Hernández es de unos $ 90,000 anuales, bastante menos del nivel de ingresos al que estaba acostumbrado mientras trabajaba para el negocio que su padre fundó en 1962. "La diferencia será el dinero que me ahorraré por no tener que pagar escuela privada", dijo Hernández.

"Tengo compañeros -algunos con mi misma preparación y experiencia- , que han tenido que aceptar empleos en Puerto Rico que les pagan salarios de cerca de $ 30,000", básicamente, según relató, "el mismo sueldo con lo que empezaron su carrera" hace dos décadas.

Desde hace 22 años, Nannette Dorrios pensó que necesitaba iniciar una nueva etapa en su vida.

Natural de San Juan, Dorrios se fue a la ciudad de Nueva York decidida a mejorar su inglés y proseguir estudios universitarios.

Pese a la alta movilización de boricuas hacia Florida, Nueva York sigue siendo la ciudad con más personas de origen puertorriqueño en el planeta, con unos 800,000.

En el estado, aunque la...

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