Buscan los chavos del bono

En los próximos dos meses, la administración de la gobernadora Wanda Vázquez Garced tendrá que identificar sobrantes equivalentes a unos $70 millones para poder honrar el bono de Navidad que, por ley, tienen derecho a recibir los servidores públicos.Ayer, sin embargo, mientras los jefes de agencias y corporaciones públicas discutían en el Centro de Convenciones de Puerto Rico las necesidades presupuestarias de cada dependencia, las limitaciones del plan fiscal y las exigencias para no sobrepasar los gastos programados, no se tenía una idea clara de dónde saldrá el dinero."Es un sobrante adicional que tenemos que generar", manifestó Omar Marrero, principal oficial financiero del gobierno central durante una conferencia de prensa junto a la gobernadora Wanda Vázquez Garced.El presupuesto actual, impuesto por la JSF en julio, provee para generar un sobrante de $2,600 millones. El uso de este dinero, sin embargo, está restricto. Por ejemplo, parte de este sobrante se guardará para pagar deficiencias presupuestarias en años futuros, según se proyecta en el plan fiscal vigente. Del mismo modo, se separan $175 millones para una reserva que asegure el pago de las pensiones de los jubilados del servicio público. También se han separado partidas para el fondo de emergencia ($130 millones) y para pagar la deuda pública del gobierno."Además está el compromiso de que cualquier sobrante adicional vaya a mitigar el recorte a las pensiones", dijo Marrero. Con esto hacía alusión al acuerdo entre la JSF con el Comité Oficial de Retirados que provee para que los pensionados que reciben cheques mayores de $1,200 al mes sean objeto de ajustes a sus jubilaciones que no deberán sobrepasar el 8.5% de sus ingresos.El presupuesto vigente impuesto por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), ente que por disposición congresional controla las finanzas del gobierno de Puerto Rico, no cuenta con un dinero reservado para el pago del bono de Navidad. Este es el segundo año que el organismo no presupuesta este beneficio marginal, bajo el argumento de que es un gasto que se puede recortar y que no va acorde con las mejores prácticas laborales en los Estados Unidos.El economista José Alameda explicó que el problema con esta visión de la JSF es que concibe el bono como un beneficio discrecional y no como complemento del salario de los trabajadores puertorriqueños."El bono es parte del salario. Ya hay una dependencia del trabajador a esa compensación de la Navidad y el comercio...

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