El cáncer losatormenta

Por Yaritza Santiago Caraballo

yaritza.santiago@gfrmedia.com

vieques - Juanita Gabino, de 67 años, gozaba de buena salud hasta que el año pasado sintió algo raro en uno de sus senos. Una noche, después de haber cortado la grama de su casa, le comenzó un fuerte dolor y notó que su seno estaba muy rojo e hinchado. Unos estudios y una biopsia revelaron la mala noticia: tenía cáncer.

Gabino no podía creer que se convertía en una estadística más de la alta incidencia de pacientes de cáncer que hay en Vieques, que es un 20% más alta que en el resto de Puerto Rico. "Cuando supe que tenía cáncer me preocupé no solo por mi vida, sino porque siguen saliendo más casos de cáncer en Vieques tanto en personas mayores como en jóvenes, cosa que no se veía antes", sostuvo Gabino, quien entiende que una de las razones para la alta incidencia es la contaminación que hay en la Isla Nena a causa de las prácticas bélicas. A ella no le cabe otra razón, pues dijo que en su familia los diagnósticos de cáncer son casi inexistentes, con excepción de una tía suya que también lo padece.

De hecho, esta mujer es una de los 7,000 viequenses enfermos que demandó a la Marina de Guerra de Estados Unidos y espera algún día poder recibir alguna compensación por los daños a su salud, como consecuencia de las maniobras militares. Pero cabe señalar que, bajo el gobierno de Barack Obama, el Departamento de Justicia de Estados Unidos logró desestimar en los tribunales federales la demanda de los viequenses para que se les compensara por los daños a su salud, como consecuencia de las maniobras militares, por entender que una cosa no guarda relación con la otra. Entre tanto, los viequenses siguen apelando a su derecho.

Para un viequense, es duro vivir con cáncer, principalmente por la falta de tratamientos médicos en la Isla Nena. Y es que allí, aunque hay un Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), no se ofrecen quimioterapias ni radioterapias, y no hay medicamentos para esta enfermedad. La única opción es abordar la lancha o viajar en avión hasta la isla grande.

Gabino contó que en medio de su convalecencia, tras removerle su seno, tenía que viajar tres veces en semana por lancha hasta la isla grande para recibir quimioterapia. Ahora, por lo menos, viaja cada 21 días. "A veces el viaje por lancha es regular, otros días es peor. Hay que aguantar porque el mar es nuestra carretera", sostuvo.

Nilo Adams, sobreviviente de cáncer en el área abdominal, tuvo que hacer ajustes para...

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