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Usualmente el que se va a quiebra ,si logra conseguir que sus acreedores le bajen la deuda, digamos que a la mitad, recibe pues un gran respiro para poder empezar a reorganizarse.

Este principio económico funciona si lo que ocasiona el “sobregiro” o el exceso de desembolsos sobre los ingresos es única y exclusivamente la deuda.

Lamentablemente para nosotros, el caso de nuestra querida Isla no es así. A Puerto Rico los acreedores le pueden perdonar toda la deuda y aún así seguiríamos en quiebra. Aún con un perdón utópico de esta magnitud la isla no genera el dinero sufuciente para cumplir con sus obligaciones básicas.

Y cuando se llega a este punto no hay que ser un experto en economía y finanzas para darnos cuenta que tenemos que escoger qué gastos vamos a pagar y cuáles no. O simple y llanamente darle a cada cual lo que se le pueda dar de acuerdo a los recursos que tenemos.

Hay que escoger entre tener una Universidad y/o un plan médico con los beneficios y ofrecimientos de siempre o quedarnos con una versión bien reducida de ambos. Así sucesivamente tenemos que seguir aplicando este principio a todas las entidades que...

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