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H ace unos años se me acercó una dama de nacionalidad dominicana y me dijo que era víctima de violencia doméstica. Su cónyuge se aprovechaba de que él era ciudadano residente. Ella no se atrevía a denunciarlo, porque sus papeles no estaban en orden.Admitiendo mi ignorancia, llamé yo primero para ayudarla, pensando que ella pudiera tener problemas por su estatus migratorio. Llamé a la Oficina de la Procuradora de la Mujer. La voz que me atendió en aquel momento me era familiar. Allí me orientaron y me aclararon que los servicios se dan independientemente de su situación con Inmigración. Inclusive se ofrece todo tipo de asesoramiento legal. Así le informé a la víctima, quien luego me informó que se sintió apoyada, que le dieron seguimiento y orientaciones constantes por mucho tiempo. Yo creo que se salvó una vida. Le doy gracias por su ayuda a los excelentes profesionales que allí laboran.Recientemente fueron asesinadas dos mujeres en una residencia localizada en la barriada Cantera, en Cayey, en un aparente incidente de violencia de género. Con estos dos asesinatos, las muertes de mujeres por violencia de género aumentarían a 11 en lo que va de 2019. Recuerdo también el caso de la menor rociada con gasolina. No puedo ni imaginar el sufrimiento y el dolor que pasó esta niña que fue quemada viva por un adulto quien se creía su pareja.No podemos olvidar que de 10...

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