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La pregunta la hizo mi nieto de tres años a su padre después de pasar un sábado en el barrio Anones de Naranjito, llevando ayuda a los residentes. Fue una brigada formada por la iglesia Discípulos de Cristo del barrio y MarAzul, iglesia que se congrega en Guaynabo. Mi nieto se contestó él mismo: "sí, porque está acostado, porque el huracán María lo tumbó". Divina inocencia.

La pregunta me hace pensar. Para levantarse hay que desearlo, de verdad. Pero no es solo desear. Hay que tomar acciones fundamentales para la recuperación. Hay que desear levantarse y dejar la "cama" de la complacencia, de la dependencia, de la trivialidad y el relajo, como norma de vida.

Tenemos que querer profundamente levantarnos de la "cama" de la negativa a las ideas nuevas que nos pueden llevar a ser un país de avanzada en el mundo. Un ejemplo: hace rato que Alemania es el líder mundial en usar el sol como fuente de energía para el país. ¿En serio? ¿De cuánto sol disfruta Alemania? ¿Y Puerto Rico? Bien, gracias.

Tenemos que querer de verdad abandonar la "cama de la defensa" del color de mi partido a pesar de saber que lo que hace está mal y no fomenta el progreso del país. Una vez alguien me dijo "los míos siempre, aunque estén equivocados." Qué triste.

Tenemos una gran oportunidad con el velo que descorrió el huracán María. Expuso lo que sabíamos y no...

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