CA1130_0003

En una mañana de noviembre, a eso de las 6:00 am, tuve un sueño doloroso pero muy significativo.

Mi abuelo Vicente, a sus casi 100 años, tomó una decisión difícil para todos: partir de este mundo a una vida en los cielos, junto a sus padres, hermanos, primos y tantos amigos que ya adelantaron sus pasos a la vida eterna.

En el sueño, abuelo se preparaba en el cuarto de mis hermanas pequeñas luciendo el pantalón de filo y entallado que usaba para sus fiestas. Entré al cuarto desesperada, angustiada y hasta las palabras me pesaban.

Yo: Abuelo, estás guapo y hueles rico.

Abuelo: Huelo a machoooo (sonríe).

Yo: (Sonrío) Quiero hablar contigo. Sé de tu decisión. Aunque a todos nos duele mucho, quiero que sepas que la respetamos y te apoyamos. Pero antes, quiero saber si estás seguro, consciente y no te sientes presionado por nadie, ni por el doctor para partir (teniendo en cuenta que abuelo siempre busca la perfección en su salud).

Abuelo me miró confiado, relajado y sin el mínimo deseo de hacer sufrir a nadie, me contestó:

Abuelo: No, negrita. Yo estoy muy seguro y me voy tranquilo porque tú tienes juventud y la madurez necesaria pa’ echar esto pa’ lante. Además, para irme me va a operar un “milenial” y escogí el mejor estuche para mi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR