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Escribo en referencia a la carta firmada por el señor Fernando Román Miró, publicada el 10 de diciembre. En principio estoy de acuerdo con su carta, pero también con la del señor Edwin Otero.

Al principio del cristianismo la iglesia solo celebraba el domingo de resurrección. Pero muchos cristianos seguían celebrando fiestas paganas como la celebración del sol invicto, que se celebraba del 22 al 25 de diciembre.

Para celebrar el día del nacimiento del Señor se escogió el 25 de diciembre y así eliminar la del sol invicto. Era más fácil sobre imponer una fiesta sobre otra que prohibirla. Por eso se celebra en ese día en particular. Después de todo Jesús es el Sol que nace de lo alto (Lc 1,78).

Si bien cuando los magos de oriente avistaron la estrella de Belén les demoró dos años en llegar a Jerusalén según algunos biblistas. La distancia de donde venían no era nada de corta, ni la transportación era nada de rápida, aunque Belén está a 10 km de Jerusalén. Cuando llegan a Jerusalén y preguntaron donde había nacido el rey de Israel, la gente de Herodes dijo que en Belén de Judea. Al llegar los magos a Belén a adorar a Jesús el niño tendría dos años. Y la escena que usted presenta no ocurrió. Véase Mt 2, 7-12 donde los magos entran...

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