Cada bocado CUENTA

Por Rosa Vega

Especial para Por Dentro

Durante los primeros 12 meses de vida, un bebé triplica su peso y su estatura aumenta en un 50%. Estos incrementos en peso y estatura son los principales índices utilizados para la evaluación de su estado nutricional.

La lactancia materna sigue siendo la mejor alternativa para alimentar a un bebé sano que haya nacido a término, al igual que a bebés prematuros. La leche materna satisface todas las necesidades nutricionales para el crecimiento y el desarrollo del bebé, especialmente durante los primeros cuatro a seis meses de vida. También, la lactancia materna es muy recomendable por motivos psicológicos, fisiológicos y emocionales.

La incorporación de alimentos sólidos complementarios es normalmente un proceso gradual que dura varias semanas o meses, y que debe comenzar en torno a los 4 a 6 meses de edad. El momento exacto depende del bebé y de la madre. Los cereales son generalmente los primeros alimentos que se incorporan a la dieta de un lactante (mezclados con leche materna o con preparados), y después se introducen los purés de verduras y frutas, y la carne. Si se amamanta al bebé durante los primeros 4 ó 6 meses de vida, habrá menos probabilidades de que desarrolle alergias.

Entre las edades de 1 a 3 años el niño comienza a tener su propia personalidad, a demostrar su independencia y a escoger los alimentos que quiere comer. Durante esta época su consumo de alimentos estará cada vez más influenciado por los hábitos alimentarios de su familia y de las personas que le rodean.

Después de los 4 años de edad disminuyen las necesidades energéticas del niño, pero la cantidad de energía real (calorías) que necesita aumenta según el niño vaya creciendo. Comer con regularidad y consumir meriendas sanas, que incluyan alimentos ricos en carbohidratos, frutas y verduras, productos lácteos, carnes, pescado, aves, huevos, vegetales y frutos secos contribuirá a un crecimiento y un desarrollo adecuado.

Los niños necesitan ingerir suficiente cantidad de líquidos, especialmente si hace mucho calor o realizan actividad física. Obviamente, el agua es una buena fuente de líquido, que no contiene calorías. Pero la variedad es importante en las dietas de los niños y se pueden escoger otros líquidos, como la leche...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR