Calidad de vida hasta el final

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

Los hospicios cumplen esa función y es importante que conozca los servicios que tienen que dar según las regulaciones de Medicare para que le saque el máximo cuando usted o un familiar los necesite.

Los servicios de los hospicios están disponibles para personas con enfermedades catastróficas cuyo médico de cabecera le haya diagnosticado una expectativa de vida de seis meses o menos. Y el objetivo es, no solo ayudar al paciente, sino también a su entorno familiar. Los costos los asume Medicare o, en algunos casos, un plan médico privado.

"El enfoque es que la persona muera con dignidad, que se mantenga aseada, libre de dolor y cómodo lo más posible en su casa", explicó la jefa de la Secretaría Auxiliar de Reglamentación y Acreditación de Facilidades de Salud (SARAFS), Wanda Rodríguez Morales.

La funcionaria, cuya oficina está encargada de reglamentar los trabajos de los hospicios, explicó que en Puerto Rico operan 37 de esas compañías a las que se les extiende una licencia cada dos años.

Según los reglamentos de Medicare, "el hospicio tiene que tener médico, enfermera, trabajador social y un consejero espiritual. Y se les exige que tengan contratos con farmacias o laboratorios porque (los hospicios) dan medicamentos", agregó Rodríguez.

Agregó que "el profesional tiene que estar allí cuando muere la persona y se tiene que quedar hasta el final. Además, nos tenemos que asegurar que cuando la familia se quema, cuando está cansada, el hospicio busque la solución (como) con un contrato con casas de salud para que se lleven al paciente y la persona (que es cuidadora) descanse".

Precisamente para cubrir esa necesidad, en el Programa de Salud en el Hogar y Hospicio San Lucas, del Grupo Episcopal San Lucas, tienen amas de llave que le dan un respiro a los familiares del paciente, especialmente cuando tiene Alzheimer.

"No se trata solo del paciente sino de la familia. Tratamos de darle calidad de vida a todo el entorno familiar. El Alzheimer es la (condición) que más agota a la familia, (por) la desorientación, la agresividad del paciente. Hay que ayudar a la familia a entender que cuando el paciente los acusa o los insulta, eso es parte del proceso...

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