CUANDO CALIENTA EL SOL

Por Ana Teresa Toro .ana.toro@elnuevodia.com

Para las culturas que vivimos en un eterno verano, hablar del calor es como pedir la hora, una cosa tan normal que casi pasa desapercibida. Pero está ahí, siempre presente, como cuando nos entregamos con fe al aire acondicionado o cuando llega a esos extremos obscenos en los que no se mueve una hoja y ser humano que se precie solo quiere quitarse las pocas capas de ropa que cubren lo que queda de pudor. Porque tener calor en colectivo es una cosa muy íntima.

Como es natural, el arte ha buscado explicar esas cosas que tanto nos cuesta entender. Y, nadie se llame a engaño, aceptar el calor cuesta, al menos un sofocón. Así que en ánimo de desentrañar un poco la experiencia sudorosa de vivir en el trópico, exploramos desde el arte y la sociología esa cosa rica y mala que es el calor.

Cuerpos calientes

"Desde el punto de vista de la tradición del análisis social siempre ha habido debates en torno al determinismo geográfico y a cómo se ha querido restar valor al mundo tropical como un mundo de gente que no es trabajadora, que son unos vagos, indolentes, fiesteros y sensuales", observa el sociólogo y experto en cultura popular Ángel "Chuco" Quintero.

Esto ofrece dos salidas: pensar que, en efecto, el ambiente determina todos los aspectos de unos modos de ver y entender el mundo o negar esa idea completamente. Quintero parece situarse en el justo medio. De ahí que algo como el clima incida, mas no determine, nuestros más notables rasgos culturales.

"La idea de los cuerpos calientes, por ejemplo, tiene una connotación sobre todo erótica. También está el hecho de que el cuerpo no tiene que estar completamente cubierto y hay una mayor posibilidad de que se exprese", elabora Quintero toda vez que recuerda que este tipo de cosas sustentan los estereotipos sobre los caribeños que los mismos caribeños buscan, muchas veces, erradicar.

Pero todo estereotipo surje de algún lugar. Estos cuerpos más libres, precisamente, por las temperaturas en las que se mueven son cuerpos -quizás- más sociales. "Pienso en la sociabilidad playera, donde todo el mundo está en traje de baño, ahí el cuerpo no es un ancla para la expresión es parte de la manera de hacer cultura", dice. Precisamente por eso, llevarlo al plano artístico puede resultar más fácil. "Hay una mayor predisposición a cierto arte corporal que se puede manifestar en el baile o en otras formas como el modo en que se mueven los deportistas", ilustra.

De eso puede...

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