Cambia La fórmula

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

Ha habido de todo en esta compleja relación entre el cine y el teatro. Puestas inolvidables, puestas para no recordar pero más que nada muchos dedos cruzados aspirando el favor del público.

"Que haya sido un éxito en el cine ayuda a la gente a reconocer la historia", señala Edgar García, director de la compañía Teatro Repertorio de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.

"Pero el director no puede presentar una recreación de cine a teatro porque es imposible. Lo más importante cuando traes una historia de cine al arte vivo del teatro es encender la imaginación de la audiencia, llevarla a espacios imposibles de recrear en el teatro pero con la magia de las luces, el vestuario y una escenografía sugerida. Así logras una magia más potente", menciona García quien lideró la puesta teatral que aquí se realizó de Evita.

En el caso de King Kong, los círculos teatrales neoyorkinos observan con suspicacia y esperan que no comparta la suerte de Spider-Man: Turn Off The Dark que aún con sus personajes volando sobre el público no convenció a la crítica. "Si llega, King Kong tiene garantizada la curiosidad del público", afirma Waldo González, director de School for the Performing Arts que ha presentado musicales salidos del cine como Willy Wonka y the Chocolate Factory, entre otros.

"Los críticos influyen de alguna manera pero la gente estuvo en Spiderman que barrió en taquilla al principio y fue un desastre artístico hasta que lo exprimieron y no dio para más. No tenía los ingredientes completos como El fantasma de la ópera que la gente no se cansa de verlo", agrega González quien integra la Society for Directors and Coreographers de Broadway.

Éste agrega que, por lo general, tienen notoriedad en Broadway musicales que fueron favorecidos en el West End londinense. "Pero esto es impredecible. El público va a ir porque desde el cine silente esa historia de King Kong atrae. Se presta para grandes números de teatro al estilo musical americano", sostiene González.

Para el director, un musical tiene que tener "punch lines pegajosos". "Que cuando el público salga se le quede en la mente porque sino va a ser un fracaso. Hay que crear muchas imágenes metafóricas, es un trabajo de mesa arduo. Si el director tiene mucho ego y no escucha a los demás puede arruinarlo todo", subraya González.

Al parecer, el director escénico de Brokeback Mountain escuchó. La historia que en el cine logró un masivo apoyo de la...

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