En camino una “reforma hipotecaria”

En momentos en que la cantidad de viviendas ejecutadas en Puerto Rico está en su nivel más alto en nueve años, el senador Carmelo Ríos presentó dos proyectos de ley de su autoría con los que espera implementar lo que denominó como una “reforma hipotecaria”.

El Proyecto del Senado 395, según su exposición de motivos, brindaría al deudor “la oportunidad de extinguir la deuda existente por su propiedad, si la misma estuviera siendo negociada por el acreedor ante un tercero”. Mientras, el P. del S. 397 crearía sendas salas especializadas en asuntos hipotecarios en los Tribunales de Primera Instancia en las regiones de San Juan, Ponce, Mayagüez y Fajardo.

Con ambas medidas, Ríos aseguró que busca “ayudar a los puertorriqueños a conservar sus hogares” y reducir la cantidad de ejecuciones de hipotecas que se registran cada año.

Las piezas legislativas, sin embargo, han generado preocupación en la industria, según Zoimé Álvarez Rubio, vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos de Puerto Rico.

El legislador explicó que, para mejorar su liquidez, las instituciones hipotecarias tienen como práctica vender paquetes de hipotecas en el mercado secundario a terceros, usualmente a descuento, transacción que se suele notificar al consumidor una vez fue completada.

El proyecto 395 obligaría al banco o cooperativa a notificar al consumidor de un crédito en incumplimiento (con atrasos de 30 días o más) el precio al que propone vender la hipoteca a otra institución, de modo que tenga hasta 90 días para saldarla a ese mismo precio. Ríos estimó que el descuento al que instituciones financieras venden estos préstamos a terceros, y que con esta medida se transferiría al consumidor, puede ascender al 70% del valor de la hipoteca.

“Fíjate que no le estoy pidiendo al banco nada que no sea lo que estaba dispuesto a hacer con un tercero”, aseguró en entrevista con este diario.

A la pregunta de cómo el cliente saldará en 90 días la hipoteca que no había podido pagar a tiempo cada mes, respondió que aspira a que se genere un mercado en que esos consumidores puedan adquirir préstamos, a tasas de interés un poco más altas que las de la hipoteca original, con el que saldarían esta última.

“El porcentaje (de interés) quizás va a ser mayor porque se consideraría un préstamo riesgoso”, concedió el legislador, aunque alegó que como el préstamo nuevo sería por una cantidad sustancialmente menor a la hipoteca original, el individuo se beneficiaría con pagos mensuales más...

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