CUANDO CANTA EL FLACO
Por Ana Teresa Toro .ana.toro@elnuevodia.com
FOTOS Por Luis R. Vidal / Especial El Nuevo Día
Porque sobre un escenario y ante un micrófono este hombre no es fácil de ignorar. En su voz suena el timbre, el sonsonete juguetón y preciso de Héctor Lavoe, la gestualidad grande de Marc Anthony y el saboreo de palabras de Rubén Blades. En fin, que el Flaco Navaja canta con la historia de la salsa en cada movimiento, en cada frase que mastica y deglute hasta convertirla en algo nuevo, algo muy sutil, flaco quizás, pero que como él, ocupa mucho espacio.
Es alto, delgado, de brazos largos y huesos presentes. Es blanco de ojos claros, parece un muchacho o uno de esos señores que de tanto vivir han olvidado envejecer. Tiene una camiseta sencilla, un sombrero y un rosario en el cuello que alterna con una cadena de la cual cuelga una navaja de las chiquitas filosas. Dice que tiene entre 15 y 40 años y hay que creerle porque después de todo: ¿se nace cuando se nace o se nace cuando nos enteramos de quiénes somos? Eso o aceptar que no va a revelar su edad.
Es un viernes de principios de septiembre en Nueva York y, aunque el clima es generoso, fresco sin dar frío y tibio sin acalorar, en Camaradas hay promesa de sudor. Son las seis de la tarde y en la noche tocará una orquesta en vivo y habrá que bailar. Pero antes el Flaco Navaja -a quien algunos conocen como actor de teatro, cine y televisión; otros como uno de los poetas que pululó por casi una década en el Nuyoricans Poets Café y figuró en varios episodios del desaparecido programa de HBO Def Poetry y otros como el cantante de Flaco Navaja and the Razor Blades, entre otras agrupaciones con las que ha cantado- se sienta en una esquina y con salsa gorda, merengue de ese que se baila con la familia en las bodas y plena de fondo nos cuenta cómo es que un muchacho del Bronx encuentra las palabras precisas para la voz alta sea cual sea el medio.
Así como no va a revelar su edad, tampoco su nombre. Lo de Flaco Navaja empezó desde pequeño cuando un amigo de su papá lo escuchó cantando Pedro Navaja y dijo algo así como: "Mira este, un Flaco Navaja". Eso se quedó en su cabeza y cuando en su adolescencia comenzó a participar como poeta en encuentros de micrófono abierto decidió asumir la identidad que venía con ese nombre. Y ahora por ahí la gente lo ve y le dice "el Flaco". Así ha quedado y con el Flaco hablamos.
Nació en Nueva York, es el menor de cinco hermanos, dos mujeres y tres hombres. Su papá, Héctor Luis Rivera, nació en Guayama y su mamá, Ana María Rivera, nació en Corozal. Se conocieron en Nueva...
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