Cardoso, el laposo

Por Cara Mia

Hombre: Ser animado racional.

Hombre laposo: Ser aparentemente racional, mitad molusco y completamente empalogoso.

No falla. Siempre hay un laposo a mi alrededor. En la familia, en el grupo de amigos, en el supermercado y hasta en la oficina. En dondequiera me sale una tenaza humana, que en menos de lo que te guiña un ojo, te hace una llave de oso y termina plantándote un beso en el cachete o apretujándote contra su pecho.

Hace unas semanas fui víctima de un laposo en el supermercado. Pobre de mí, lo vi demasiado tarde. Es un amigo que vive por mi vecindario al que le gusta correr bicicleta por el área, por lo que siempre está sudado, y cada vez que nos vemos me agarra por el brazo, me hala hacia él y me planta un beso que me agarra toda la mejilla. Y con el ósculo, el abrazo de oso. Porque sus manifestaciones de aprecio son como un combo... agrandado.

Ya lo tenía de frente cuando intenté virar hacia otra góndola, pero iba a ser obvio el desplante. Yo que estaba toda olorosa y con los cabellos en su sitio (acababa de salir del salón de belleza), terminé con una peste a ajo porque el susodicho es fanático de la cocina y fue al supermercado a la carrera a comprar unas cebollas. El tufo a comida no fue nada comparado al facial que me dio con su sudor. ¡Pura tortura!

Que conste, que me gusta saludar con besos. Pero, ¿no se supone que sea la mujer la que los dé primero?

Y si molestosos son los besucones o besuqueiros como dice el colega...

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