Una careta para esconder el dolor

Por Luis Santiago Arce

larce@elnuevodia.com

Y de seguro que no es fácil. El pequeño Carlos Fabián, de apenas cuatro meses de nacido, padece de la complicada condición llamada hipoplasia, que en su caso representa una falla en el desarrollo del lado izquierdo del corazón.

A tan corta edad, el infante ya lleva tres operaciones de corazón abierto, y tiene al menos otra en agenda con la intención de unir ambos lados de su corazón para evitar un episodio de asfixia que podría causarle la muerte. "Tengo que mantener una máscara puesta en todo momento. No quiero ni puedo dejar que piensen que juego mal porque el nene está enfermo. Tengo que separar lo personal de lo profesional. Me pasó a mí y le puede pasar a cualquiera, a un obrero, a un basurero y a un mismo doctor", dijo Corporán previo a un reciente juego invernal en el Estadio Roberto Clemente Walker de Carolina.

La posible primera gran prueba de fuego en su faceta personal le llegó hace dos meses, apenas par de semanas después de ser ascendido por los Astros de Houston a Grandes Ligas, con la oportunidad de jugar a diario en la receptoría.

En medio de ese esperado momento, su bebé sufrió una recaída, tuvo que ser intervenido de emergencia en un procedimiento que duró 11 horas, estuvo en condición crítica con el pecho abierto por tres días hasta que le bajó la inflamación por la operación, y todavía sigue hospitalizado en Houston, pero ya el panorama es mucho más alentador. "Solo trataba de ponerme una máscara cuando entraba al parque y tratar de demostrarle a todo el mundo, dejarle entender a ellos que sabía separar mis problemas personales de lo profesional. Tenía mi situación, pero eso no era excusa. Tenía que seguir produciendo", afirmó Corporán, quien terminó con promedio de .188, sin jonrones y 11 carreras empujadas en 52 desafíos.

"Fue en medio de la temporada, algo difícil, pero imposible nada... Es un proceso largo de recuperación, pero ya está estable, fuera de peligro, fuera de intensivo y esperando lo mejor para que salga prontito del hospital", agregó con optimismo.

La delicada condición del niño, además, es fuente de motivación profesional por un importante aspecto técnico.

"Tengo que progresar, seguir echando para 'alante' y manteniéndome en Grandes Ligas para el bienestar de mi hijo y de mi familia. Es una condición cara, que requiere mucho...

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