¡En casa!

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

Siempre hay algún modo de convertirlo en realidad y de mucho te valdrán los consejos de otras madres que pueden estar con ellos todo el verano o las que han logrado que alguien ocupe ese rol en ese receso escolar.

"Mis hijas querían quedarse en casa para poder jugar con sus muñecas y ver televisión", cuenta Beatriz Colón, madre de Andrea y Alejandra Hernández, de once y nueve años respectivamente.

"Hablé con una amiga que estaba en la misma situación con su hija de seis años y decidimos contratar alguien que fuera una especie de líder de campamento de las nenas, que las cuidara y les hiciera actividades en mi casa", cuenta Colón.

Después de conseguir a María Teresa, una universitaria "amorosa y responsable", vecina de una de ellas, cobró forma el "campamento en casa" contemplando actividades, meriendas, comidas y hasta algunas salidas supervisadas al cine.

"Están felices, están en casa y eso, en nuestro estilo de vida es un lujo, significa descanso", dice sobre las jornadas que incluyen correr bicicleta, dibujar con tiza en el piso, ver películas, jugar con muñecas, disfrazarse, diseñar coreografías, cantar y hasta chapotear en una piscina.

En el caso de María Torres, maestra, y Mónica Cruz, relacionista público a medio tiempo, los veranos en casa son una tradición así que comparten sus mejores estrategias. Organizarse, establecer reglas claras y designar áreas para llevar a cabo el programa de actividades debe ser una prioridad.

"Los niños harían de todo 24 horas y uno es quien dirige el tiempo. El secreto es entrar con unas reglas desde el primer día para que todo corra de maravilla: qué se puede hacer, qué no se puede hacer y qué pasará si lo hacen", recomienda Torres.

"Ellos necesitan que los dirijas porque si no están claras las reglas, después te cuestionan cuando los regañas y tú no quieres que el campamento se convierta en un regaño constante. Tiene que haber respeto no importa la edad", dice la mamá de Cristina, de 15, y Antonio, de cuatro que además tiene sobrinos en la casa.

Como ejemplo, pone una actividad en la cocina en la que se establece de antemano "quién hace esto y quién no". "Después que asigno las tareas les pregunto '¿alguien cree que se le hace difícil hacer su tarea o esperar su turno?'. Cuando todos están listos, podemos comenzar", sostiene Torres.

También hay que planificar lo económico para que todo el dinero no se vaya en una sola actividad. Ésta resalta que en una...

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