De la casa a la escuela

IDALIA COLÓN RONDÓN

SECRETARIA DE LA FAMILIA

Hay estudios que han demostrado que cuando se establecen relaciones positivas entre el hogar y la escuela, el aprovechamiento escolar mejora. El ambiente escolar y el del hogar deben estar conectados por el entusiasmo que genera el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para que se logre la finalidad educativa se requiere disciplina, responsabilidad y compromiso de parte de los padres, madres o encargados de los menores.

En la casa es importante que se le dé valor a la educación, respetando los libros, haciendo buen uso de los materiales escolares y separando un tiempo razonable para leer, hacer tareas y estudiar. Ese tiempo de estudio, haya o no haya asignaciones, se puede convertir en una tradición familiar. Además, resulta conveniente reservar un área para estudiar, que es una actividad que requiere un cierto nivel de concentración. Un lugar agradable, aislado del ruido, puede ayudar. Todo esto es algo que nos corresponde planificar y organizar a padres, madres y adultos quienes tenemos las obligaciones éticas y legales con los hijos.

Establecer la costumbre de conversar con los hijos de manera agradable sobre la escuela y las cosas que allí suceden es bueno para todos en la familia. En esas conversaciones hay que escuchar, analizar y agradecer lo que nos dicen los niños...

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