Catástrofe

Rafael Acevedo

No se les dio a ellos la felicidad de participar en la salvación o la condena bajo el sonido de trompetas celestiales. Pero a nosotros, ahora, ¿no nos ha tocado vivir en el fin del Porvenir?

¿Alguien cree en el futuro o en el Progreso, con mayúsculas? Tormenta, temblor, temor. Ya estamos contentos.

No sólo la Naturaleza.

Por ejemplo, las fuerzas policiales del estado insular y las fuerzas del orden del gobierno de Estados Unidos, ocupan una barriada frente al mar.

Me pregunto si no deberíamos estar contentos. El azar nos permitirá que los desarrolladores tengan esos terrenos para construir grandes edificios de lujo que estarán vacíos pero alguien saldrá ganando con ese juego de destruir para construir. Precisamente ahí, frente a la Fosa de Puerto Rico, esa profundidad amenazante por la que tememos, en el fondo de nuestros corazones.

La Naturaleza también. Un temblor. Una tormenta. Pero, ¿no es la arbitrariedad con la que gobiernan los ricos una catástrofe? Nadie se haga de ilusiones. Se aborrece al que ocupa...

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