Sin causal de muerte

Por Miguel Díaz Román

end.mdiaz2@elnuevodia.com

Ayer en la noche la portavoz de prensa del ICF, Betsy Rivera, informó que "ya se había culminado la autopsia, pero que la causa de muerte del joven permanecerá pendiente hasta que se completen los estudios toxicológicos, los cuales se pudieran extender dos semanas".

Rivera agregó que estos exámenes serán complementados con un estudio de cardiopatología que se le efectuará al corazón del estudiante fallecido. Este estudio estará a cargo de LifeLink, entidad con la que los familiares tramitaron la donación del corazón de Hernández Cordero.

La ausencia de una determinación oficial sobre las causas de la muerte del joven mantenía con aliento la hipótesis preliminar ofrecida por la Policía y que relaciona el deceso al uso de bebidas energizantes.

Hernández Cordero, residente en Moca, fue declarado muerto a las 3:20 a.m. en la sala de emergencias del Centro Médico, en Río Piedras. Junto al cadáver se encontró una lata de bebida energizante a la mitad, según la Policía.

Ayer la administradora de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), Carmen Román Torres, exhortó a los jóvenes universitarios a evitar el consumo de estas bebidas para lograr un mejor aprovechamiento académico.

"Algunos estudiantes recurren al consumo de estas bebidas para mantener la energía necesaria que les permita cumplir con sus obligaciones sin considerar los riesgos de salud", dijo la funcionaria.

La rectora interina de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, Ilka Ríos, no se aventuró a vincular el consumo de este tipo de bebida con el deceso de Hernández Cordero.

Descartó, sin embargo, que las exigencias de trabajo en los cursos que se dictan en la Escuela de Medicina tengan alguna relación con la muerte del estudiante, aunque reconoció que "la carga académica es un poco más concentrada".

La rectora interina explicó que los cursos en Salud Pública discurren en trimestres (periodos de tres meses), lo que requiere que los estudiantes tomen en un año las clases que podrían extenderse por dos años bajo el sistema de semestres (períodos de seis meses) que se utiliza en toda la UPR.

"Les damos la oportunidad de los trimestres para quitarles la carga de trabajo, porque pueden tomar en menos tiempo más clases. Así se pueden graduar en dos años", dijo Ríos.

Sin embargo, algunos estudiantes señalaron que la carga académica en el sistema de trimestres genera mucho esfuerzo...

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