Cazadores de caimanes en Vega Baja

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

"Pues hay que bregar con eso. Porque esos animales te salen ahí en el patio de la casa. Y aquí hay niños, y esos niños chiquitos andan por ahí jugando y no están pendientes a los caimanes. Así que hay que cogerlos", afirma Olga Marrero, una de varias mujeres que viven en la comunidad inundada de Los Naranjos, en Vega Baja, y que han tenido que aprender a cazar caimanes.

El problema surge de las constantes inundaciones que se producen en esta comunidad cada vez que llueve fuertemente, situación que tiene su raíz, según expertos, en que los vecinos se mudaron a áreas inundables, lo cual se complica aún más por el mal estado en que se encuentra el caño Caribe por falta de mantenimiento.

Ayer, de paso, el gobernador interino Kenneth McClintock emitió una comunicación en la que declaraba un estado de emergencia en Vega Baja debido a las inundaciones de los últimos días.

Entretanto, Olga cuenta que es cada vez más frecuente que los caimanes aparezcan en los patios y portales o nadando por la calles. Habla de cazarlos con una gran naturalidad, como si se tratara de espantar pajaritos.

Para la caza, han desarrollado sus propios utensilios: un tubo de metal por cuyo agujero central pasan un cable de teléfono con el que se hace un lazo, y cinta adhesiva.

El proceso de caza, pues... sencillo, según explican Olga y su hija Enid Montañez, quien también caza los reptiles. Atrapas el caimán pasando el lazo del cable alrededor de su cuello. Aprietas el lazo para sofocarlo y que no se te vaya. Lo pones en el piso y, yendo por detrás, le presionas la cabeza contra el piso, luego le agarras el hocico y le pones la cinta adhesiva alrededor de la boca para mantenérsela cerrada. Solo tienes que observar el detalle de la cola, porque con ella te puede dar, y de hecho, una vez lo neutralizas, pues es por la cola por una de las partes que lo agarras, para que no te golpee.

"Realmente, no es tan difícil", repite Enid, mientras carga uno de los caimanes atrapados en estos días, mientras el resto de su familia y varios vecinos asienten y aseguran que todos ellos saben cazar los caimanes.

Y es que más o menos la mitad de esta comunidad tiene sus calles convertidas en canales, sus jardines en piscinas y por grama tienen plantas acuáticas. Para ellos, no importa como vistan, una prenda esencial son las botas de goma altas. De lo contrario, se tienen que mojar los pies. Las botas, por cierto, tampoco funcionan cuando el agua...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR