Una ceiba en su honor

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Mediante aquel árbol, familiares y amigos del fallecido Tommy Muñiz celebraron simbólicamente lo que hubiese sido ayer el cumpleaños 89 del comediante, actor y productor ponceño.

"Se celebra la vida, no la muerte. Ahora ambos se conversarán en el cielo. Y esto representa la esperanza de que todo es posible", expresó la administradora de Caguas, Lydia Rivera.

Con ese penamiento fue que su hijo, el productor Rafo Muñiz, calificó la manifestación como un "accidente afortunado lleno de amor".

"La ceiba es el árbol más grande y fuerte que se da en Puerto Rico. Es el mayor símbolo de mi papa. Sé que, si le dieran la oportunidad de elegir dónde estar, no optaría por un Centro de Convenciones. Él quisiera estar aquí, cerca de un gran amigo", sostuvo con la voz entrecortada.

En esa línea, Tommito Muñiz, hijo mayor del homenajeado, coincidió diciendo que "a papi no le gustaba que le estuvieran vanagloriando ni ponerse chaqueta. Él preferiría pasear por aquí en un Jeep".

Durante el encuentro, ambientado por una suave brisa y llovizna esporádica, siete de los ocho hijos del reconocido artista dijeron presente junto a varios nietos y amigos. Así, Mario, Luzie, Hilda, Toño, Rafo, Tommito y Pedro reconocieron a su padre como el pionero de la televisión puertorriqueña. También estuvo presente Yolanda Peña, viuda del...

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