Celebra con SUS NIETOS

Por Patricia Vargas Casiano

pvargas@elnuevodia.com

Hace tres años el galán de novelas se fue a vivir a su México natal con su esposa María y su hijo Adán, pero esta Navidad la nostalgia por la Isla los hizo regresar.

"Siempre pasamos la Navidad y el fin de año juntos en familia y ahora como abuelos más porque después de los hijos el amor más grande que uno pueda sentir es el de los niestos. Mi esposa María y yo adoramos compartir con ellos, especialmente en Puerto Rico, porque en esta época se celebra con alegría, con parrandas y asaltos", dijo el veterano actor.

Los Allende celebraron el primer año con sus nietos en Ciudad México, luego en Acapulco y ahora en casa de los padres de Jenny, la profesora de enfermería María de Lourdes Alvarado y el constructor José Colón, en su residencia en Bayamón, quienes les están preparado para esta noche el clásico menú navideño de arroz con gandules, pernil y majarete.

Los niños son el eje central de ambas familias, corren por toda la casa de los abuelos maternos, abrieron alguno que otro regalo por adelantado y demostraron que por sus venas corre sangre de artista. Especialmente María Valentina, que tiene la belleza de la madre, simpatía, elocuencia y atracción por las cámaras al igual que Lala como llaman a Fernando Allende. En cambio Fernandito, quien tiene rostro de galán, es más serio, dulce, y observa todo lo que le rodea.

"Mis nietos me dicen Lala porque cuando conocí a María Valentina me di cuenta que tenía un poder de pulmón grande gritaba fuerte, lloraba fuerte, y le dije 'mijita tú también vas a ser cantante así que vamos a empezar inmediatamente a darte clases'. Empecé lalalalalalala, y dejó de llorar, y la próxima vez que me vio me dijo 'lala', y ya soy lala para todos mis nietos. Es maravilloso ser abuelo y compartir nuestros conocimientos y sobre todo aprender de ellos porque el adulto que piense que sólo el infante tiene que aprender está equivocado. Tenemos que aprender de su honestidad, de su sinceridad, pureza y de su limpieza mental, física y espiritual. Es una simbiosis entre el adulto y el bebé", señaló el artista.

Ambos niños ya están demostrando su sentido musical como su papá y su tío, y Lala, a quien le fue concedido el título de "Embajador de los mariachis en México".

"Soy músico, toco guitarra, y les pongo todo tipo de música, al nene le encanta Could You Be Loved, de Bob Marley, y la nena agarra su micrófono de Dora y empieza a cantar... Me encanta el escenario; cuando lo...

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