Celebran la vida de Neftalí

Durante su década y media en el Baloncesto Superior Nacional (BSN), Neftalí Rivera fue un jugador difícil de manejar para todos los equipos que jugaron en contra de los Piratas de Quebradillas.

Esos ‘enemigos’ de la cancha fueron los que acudieron en masa ayer a darle una última ovación en la Casa Olímpica en San Juan, para dar testimonio del impacto que tuvo en sus vidas el otrora escolta que falleció el sábado a los 69 años de edad.

Y aunque estos se quedaron con las ganas de rendir tributo de manera póstuma con su cuerpo presente —ya que por decisión de la familia no fue expuesto en la Casa Olímpica ni en el coliseo Raymond Dalmau de Quebradillas—, nada impidió que pudieran relatar anécdotas y celebrar la vida del otrora escolta de la Selección Nacional.

“Creo que en Puerto Rico le debemos un homenaje de grandeza. Había otros ‘gares’ en la liga que no podían hacer la Selección porque los ‘gares’ de nosotros (en el Equipo Nacional) estaban fuera de liga, pero Neftalí estaba sobre ese grupo (de la Selección)”, destacó Charlie Bermúdez, quien por años figuró como centro del combinado boricua y de los Indios de Canóvanas.

Bermúdez, al igual que otros de los que acudieron ayer a la Casa Olímpica, dieron fe de lo difícil que era enfrentar a Rivera en el BSN, pero el alivio que implicaba tenerlo de su lado en el Equipo Nacional.

“Ufff… eso era fácil. Era un ‘asset’ sumamente atractivo y efectivo”, reconoció Bermúdez, quien llegó a ser capitán de la Selección. Cuando se le preguntó si tener un copioso anotador facilitaba su labor como hombre grande en la pintura, la respuesta resultó obvia.

“Claro… metía 30 puntos. Y hacía diferentes cosas aparte de meter la ‘jumpa’. Era un jugador muy competidor”.

PIEDRA ANGULAR DEL EQUIPO

Como miembro de los Vaqueros de Bayamón, Rubén Rodríguez fue uno de los archirrivales de los Piratas, y uno de esos jugadores hasta cierto punto ‘odiado’ por la afición de Quebradillas. Pero el sentimiento era mutuo desde el lado de Bayamón.

“Neftalí Rivera y Raymond (Dalmau) eran el eje de ese equipo (Piratas). Nosotros sabíamos que si queríamos ganar, había que pararlos a los dos, pero especialmente a Neftalí porque era el que tenía la bola”, reconoció Rodríguez, cuyos Vaqueros se encontraron con los Piratas en cuatro series finales en seis temporadas entre 1970 y 1975.

Aparte de Bermúdez y de Rodríguez, otros presentes en la Casa Olímpica fueron Mariano ‘Tito’ Ortiz y Alberto Zamot, también de los Vaqueros; Alfred ‘Butch’...

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