Sólo cenizas

Félix Jiménez

Hay que tener en cuenta la diferencia -vital- entre tener que decir algo y tener algo que decir. Decir por decir no logra completar trámite alguno, ni personal ni político. Y negociar desde un punto fijo es aferrarse a la sensación de que la marea se paraliza y que caminarás a través del mar sólo porque has pronunciado algunas palabras que provocan un "ábrete sésamo" inesperado y efímero. Pero si el mar no se parte para que se camine, entonces los líderes sienten su corazón "partío", y los vemos compungidos en sus fotos.

Las imágenes viven sus vidas, y sufren sus muertes, como los humanos. Son producidas, circuladas, destruidas, no sólo por humanos sino junto a ellos. Se ha dicho antes. La existencia de las imágenes está entremezclada con las vidas de ésos que las hacen, usan y abandonan. El mundo de la imagen entonces es un mundo político con sus propios modos de amistad y rivalidad, subsistencia y destrucción, y hasta de escape.

La imágenes de los corazones "partíos" de los políticos que nunca se enteraron de que el decir algo no es tener algo...

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