Cepillo

Manolo Núñez Negrón

Imagino, desde luego, que no ha tenido alternativa. Algún miembro local del DNC, amigo o conocido suyo, tiene que haberle arrinconado en el último cóctel, el caviar beluga esperando junto a la copa espumosa de champagne, para hacerle la propuesta que usted ha escuchado con deferencia, "noblesse oblige", pensando en la posibilidad de un discreto contrato federal, un consulado en Burkina Faso o una foto autografiada, todo dependerá de los límites de su altruismo.

Cada cual invierte su fortuna y ahorros, bien es cierto, en aquello que le parece más pertinente y oportuno. Sin embargo, puestos a pensar, resulta vergonzoso este trámite financiero que muestra a la democracia en una de sus peores y más demagógicas facetas: el inversionismo político.

Son tantos y tan variados los asuntos que hay que tratar en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR