Chévere

Orlando Alberto Jesús Vélez

Desde el nacimiento del ELA nos hemos pensado superiores al resto de los latinos, guerrilleros e indígenas todos. Siempre fuimos la estrella de Latinoamérica. A la vez y curiosamente, nos hemos vanagloriado de ser más divertidos y de tener mucho mejor ritmo para bailar merengue que los gringos. Olvídate, lo mejor de los dos mundos. Miss Universo. Cotto. Blockbuster. Que viva la fiesta.

Entonces, mientras Latinoamérica buscaba salir de su adolescencia complicada cual joven rebelde, peleando y plantándose en tribuna, nosotros, cuales niños pijos, nos sentamos en la playa a ver la vida pasar.

Es que enfrentar la realidad es muy duro para nuestro espíritu tropical. Preferimos bajarla con cerveza y sentados en un sofá seccional. Es mucho mejor vernos como estrellas que como un país casi paralizado, sin un plan real y con una salud mental colectiva tétrica.

Pero de eso no se habla. Es mejor hablar de que Tito Bambino cantó en Casa Blanca, de que Culson es el sexto mejor del mundo y que los 12 magníficos se encaminan a ser los mejores de América. De eso...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR