Chapucería

Nanny Torres

REPRESENTANTE DEL LECTOR

Hago lo más que puedo en estos tiempos de "discreción financiera", pero cómo evadir la Ley de Murphy: "Los aparatos eléctricos fallarán en el momento más inconveniente". En mi caso ha sido el carro, que en estos días se empeñó en dañar los polos de una batería recién comprada. Como el vehículo tiene sus añitos y perdió la garantía, acudí a uno de estos centros automotrices para que resolvieran el problema y, de una vez, le cambiaran el aceite y filtro de motor. Una tarea que, por lo general, la realizan muchas personas en sus casas para ahorrarse un dinerito, pero como de mecánica sé lo que sabe un danés de alcapurrias, lo llevé al centro como de costumbre.

Bien claro le expliqué al empleado que el carro en ocasiones no prendía, pero que cuando le movía los polos, funcionaba. Así que le solicité que limpiaran los polos y los ajustaran. Diez horas después acudí a buscar el vehículo. Cuando me dan la factura, noto que no hay nada en cuanto a la batería. Le pregunté a la cajera y me dijo que ella no sabía. Le pregunté por el mecánico y me dijo que se había ido...

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