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Los chinos cubanos

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Vincent

Los indígenas, los europeos y los africanos no son los únicos que han cruzado el Caribe, marcándolo con sus idiosincrasias. Ha habido una presencia sustancial e influyente de chinos en Cuba y de indios (del subcontinente asiático) en Trinidad desde el siglo XIX. Un estudioso cubano examina aquí el periplo histórico y literario de los chinos en su isla.Estos llegaron a Cuba desde 1847, cuando la población negra había superado o estaba a punto de superar a los blancos. El temor suscitado en todas las Américas por la revolución haitiana (1791-1804) por la violencia que desató contra los blancos estimuló la importación de mano de obra china. Por sus números, su arribo temprano y su concentración en las provincias de La Habana y Matanzas, la comunidad china de Cuba fue, según el autor, la más antigua y estable de América Latina.No venían los chinos en condiciones tan aciagas como los negros esclavos, aunque tampoco eran halagüeñas. Los "culíes" u obreros procedían de las provincias de Guangdon (Cantón) y Fujián, contratados por 8 años, tras los cuales quedarían libres. Luego llegaron los chinos "californianos", de mayor nivel socioeconómico, quienes establecieron sociedades chinas en el barrio habanero adonde se habían asentado. A pesar del prejuicio contra ellos, se relacionaron con las clases humildes de la sociedad cubana: los gallegos, los negros y los mulatos, iniciando prácticas interculturales evidentes sobre todo en la religión al fusionarse elementos de la santería en sus diferentes vertientes con las creencias chinas. (Algunas ilustraciones del libro muestran imágenes sincréticas de figuras femeninas chinas que parecen vírgenes cristianas en láminas que incluyen elementos de la santería.)Convertido en un "tipo" popular, el chino pasó al teatro. Desde 1864 fue, con el negrito y el gallego, uno de los personajes estereotipados del teatro bufo. A su vez, los chinos desarrollaron sus propios espectáculos musicales y dramáticos. Y se identificaron tanto con Cuba que muchos se unieron a los mambises (los rebeldes) en la guerra de independencia de España. En un monumento a los caídos en esa guerra se lee: "no hubo un chino cubano desertor...

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