Cinco años de Circo Fest

Sin imaginarlo, el argentino Maximiliano Rivas y el chileno José Carreño se montaron en un avión con el mismo destino. No tenían amigos en común ni sabía nada uno del otro, pero la vida se encargaría de unirlos. Ambos se acababan de mudar a Puerto Rico con sus respectivas parejas puertorriqueñas y cumplían ese extraño sueño de vivir en el Caribe.

“Yo llevaba viviendo con mi compañera (la cineasta Maite Rivera Carbonell) en España muchos años y en un momento dijimos de cambiar de locación. Evaluamos diversos puntos y le dije ‘Maite, yo quiero ir a probar a Puerto Rico’. Maite me dijo ‘tú no tienes ni idea’. Pero los que no nacimos aquí soñamos con vivir aquí”, relata Maximiliano Rivas.

José Carreño, por su parte, conoció a la artista Anaïs Nadal en Costa Rica. El amor nació y ambos se mudaron a Chile, donde vivieron tres años, hasta que decidieron venir a Puerto Rico, donde nació su hija. “Ella quería que la niña naciera aquí, así que dijimos ‘pues vamos a Puerto Rico’”.

Unos meses después de aterrizar en San Juan, Maximiliano y José se conocieron en el Festival de Claridad, gracias a una pasión en común. “Estaba caminando por el festival y de repente veo un puesto de malabares. Ahí conozco a este grupo, y recuerdo que le escucho el acento. Le pregunto, ‘¿y tú, de dónde eres?’ Me dice, ‘chileno’. ‘Yo soy argentino, ¿están de paso?’ Y me dice, ‘no, nos mudamos recién’”, rememora Maximiliano de aquel primer encuentro.

No pasó mucho tiempo para que ambos artistas comenzaran a conspirar. Junto a sus parejas y un grupo de colaboradores le dieron vuelta a una idea, un festival de arte callejero al que pusieron de nombre Circo Fest. Sin pensarlo demasiado abrieron una carpa imaginaria en medio del Viejo San Juan, invitaron a amigos artistas y esperaron al público. Vestidos de clown, montados en zancos, haciendo malabares, colgados en telas, ofrecieron un mundo de posibilidades creativas.

El año que viene se cumplen cinco años de aquel invento. Circo Fest llegará a su quinto aniversario, gracias al respaldo del público, de los comerciantes, del Municipio de San Juan, pero, sobre todo, de los artistas nacionales e internacionales que forman parte de este colorido festival que celebra el arte circense en sus diversas manifestaciones. El camino, coinciden Maximiliano y José, no ha sido fácil, pero aseguran que nada los detiene en su misión de continuar con este proyecto del que están convencidos es beneficioso para la comunidad artística, para el...

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