Cines

Nanny Torres

REPRESENTANTE DEL LECTOR

Ya estoy cansada de ese cuento que, a propósito, ocurre donde quiera. Igual en los cines de los centros comerciales donde exhiben películas de robots que se transforman o de carros que hablan, como en salas a todo dar donde sirven sushi, vinos y cervezas y las películas las importan del primer mundo.

Y que no se le ocurra al mortificado ciudadano pedir consideración, porque entonces es que comienza la miseria cuando las burlas y la chabacanería afloran.

Es frustrante cuando se invierte dinero para pasar un mal rato. Hace unos días me escribió la lectora Glorimar Morales, de San Juan, para contarme de su reciente experiencia en una de estas salas de cine. Ella acudió precisamente a ver la película Cars 2, con sus dos hijas pequeñas, una de ellas, la menor, de un año de edad. La primera sorpresa se la llevó cuando un letrero le indicaba que la película estaba clasificada G y que todo niño de 1 año en adelante pagaba $ 4 por el boleto.

Yo también me asombro, porque a pesar de que los infantes del siglo XXI se educan en una época de alta tecnología, aún no creo que a esa tierna edad, puedan leer subtítulos, entender...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR