Circo de narices honestas

Por Ana Teresa Toro

ana.toro@elnuevodia.com

"Déjame dar mi último viaje", le dijo una vez un anciano a uno de los integrantes del Circo Nacional de Puerto Rico durante una de las múltiples presentaciones que hacen todos los meses en escuelas, hospitales, centros comunitarios y asilos de ancianos, entre otros escenarios ya sea como parte de programas gubernamentales o como espectáculos propios como: "Érase una vez..." (2010), "Risueño" (2010-2011), "La Familia Rodrigueiizzhh" (2011-2012) y "Los Cola Brothers" (2012).

Durante sus dos años de existencia -que celebran esta noche- han acumulado muchísimas anécdotas como esta, con niños, adultos y gente de todo perfil. No son un circo grandilocuente, de grandes campañas publicitarias y carpas que parecen improvisados vestíbulos de hotel de lujo. Son más bien un circo de oficio, de artistas que construyen un escenario primero con sus cuerpos y sus historias y, luego, con todos los elementos que van sumando.

Arturo Gaskins, Joel Guzmán y Andrea Martínez iniciaron este proyecto en el 2010 luego de darse cuenta de que, además de tener intereses comunes en las artes circenses, compartían la necesidad de tener un taller de trabajo y de entrenamiento. Con el tiempo han ido llegando nuevos integrantes, además de la mentoría y apoyo de artistas circenses como Luis Oliva, Rafael Fuentes y Jafet Ramos Irizarry.

"Nos preguntábamos también ¿cuál es nuestro circo?, porque vemos que se presentan actos de manera individual pero no había un mundo de circo, una comunidad", cuenta Gaskins, un hombre joven y delgado con esa mirada de la gente de circo que es una mezcla de miedo, risa y curiosidad. Esto, en medio de una entrevista con los integrantes (que ya rondan la decena) en su taller.

Sentados en un sofá daban la sensación de estar hablando con un gran retrato de una familia de "clowns", con sus narices y sus ropas de tirantes y líneas de colores. Hoy día son eso, una familia. Ya han perdido la cuenta de en cuántos municipios se han presentado, montan su espectáculo juntos, viajan, se quedan allí o allá, hacen comunidad. "Hay un público para esto, gente que quizás no puede ir al teatro pero sí a una cancha bajo techo", enfatiza Gaskins, quien se formó en este oficio en Inglaterra y en Francia.

Entonces, fueron al Departamento de Hacienda a inscribir la organización. Pero cuando se presentaron como el Circo Nacional de Puerto Rico, les dijeron que no se podía porque incluía las palabras "nacional" y "Puerto...

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