Clamor de los jornaleros

Verónica Andújar

Ponce

Mi corazón se siente cada vez más defraudado por esta administración del Partido Nuevo Progresista. El descaro es que nunca llamaron a los empleados despedidos por Ley 7.

Fortuño nos marcó para toda una vida con decisiones nebulosas que fueron para beneficiar sus propios intereses. No éramos animales a quien el amo los lanza a la calle porque no deseaba más cuidarles. Aun los animales tienen leyes que los protegen y no se encuentran desamparados.

Fortuño, usted y todo su gabinete tendrán que pagar las lágrimas derramadas. ¿O acaso no han leído aquella carta del Apóstol Santiago donde denuncia a los ricos y empresarios por haber engañado y quitado el sueldo a los jornaleros?

Pues ustedes que disfrutan...

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