La clave: comer la porción adecuada

Por Gerardo E. Alvarado León

galvarado@elnuevodia.com

"La comparación no se puede hacer por costo, sino gramo por gramo. Se tiene que comparar en términos de porción", indicó la nutricionista Ada Laureano, presidenta de la Alianza para la Prevención de la Obesidad Pediátrica.

Compare, por ejemplo, una papa frita y una papa hervida. En términos de costo, pagaría más por la papa hervida que por la papa frita. Empero, la porción que recibiría por la papa frita sería más pequeña -en gramos- que la de la papa hervida.

"Además, la papa frita no aporta vitaminas ni minerales; lo único que aporta es grasa, lo que redunda en un metabolismo lento con una aportación de calorías alta", dijo Laureano.

"Con poco, comemos bien, no hay que comer de más. Hay que quedarse con los alimentos que más vitaminas y minerales provean, los que redundan en beneficios de salud", agregó la experta, quien enfatizó que una sana alimentación no es aquella cuyas porciones son excesivas.

Laureano reconoció que las personas no incluyen más frutas y vegetales en su dieta por razones que van desde el precio hasta que son productos perecederos.

Como alternativa, recomendó la compra de frutas y vegetales enlatados o congelados, que son más económicos y no necesariamente pierden su valor nutricional.

"Aquí tienes otro ejemplo: un paquete de fresas...

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